GEOLOGIA COMO CIENCIA DE
LA TIERRA
DEFINICION
Es la ciencia que tiene por objeto el estudio
del planeta Tierra, analizando las partes
que la componen Etimológicamente la palabra geología se compone de dos vocablos
griegos: “geo” que significa Tierra y “logos”, estudio. Otras ciencias que
estudian la Tierra son la oceanografía, la geología, la meteorología y la
climatología., su forma, su estructura, las relaciones entre sus elementos, y los cambios que en ella se producen.
IMPORTANCIA DE LA GEOLOGÌA
La geología es una ciencia atractiva, se trabaja al aire libre, saliendo
al campo constantemente, se puede visitar: cumbres, profundos valles, hermosas
y misteriosas cavernas, extensas llanuras, tórridos desiertos, selvas húmedas,
etc.
Es importante por su aplicación en los
proyectos de desarrollo para evaluar los recursos naturales (agua, suelo, rocas, petróleo, yacimiento.)
· Agronomía e Ingeniería Agrícola, para interpretar la génesis y
morfología de los suelos, propiedades
físico_ químicas a fin de clasificarlos en función de sus disponibilidades
nutritivas para las plantas.
· Ingeniería de Minas, tantas en la
explotación como en la exploración i en el desarrollo minero.
· Ingeniería de petróleo, es la extracción de los hidrocarburos del
subsuelo.
· Ingeniería Civil, Proyectos, Carreteras, Túneles, etc.
· Ingeniería Hidráulica, Proyectos, Pozos.
· Arquitectura, Química Industrial, Investigación Aeroespacial, etc.
TIEMPO ASTRONÒMICO
La astronomía es la ciencia que se compone del estudio de los cuerpos celestes
del universo, incluidos los planetas y sus satélites, los cometas y meteoroides, las estrellas y la materia interestelar,
los sistemas de estrellas, gas y polvo
llamados galaxias y los cúmulos de galaxias; por lo que
estudia sus movimientos y los fenómenos ligados a ellos. Su registro y la
investigación de su origen viene a partir de la información que llega de ellos
a través de la radiación
electromagnética o de cualquier otro medio. La astronomía ha estado
ligada al ser humano desde la antigüedad y todas las civilizaciones han tenido
contacto con esta ciencia. Personajes como Aristóteles, Tales de Mileto, Anaxágoras, Aristarco de Samos,
Hiparco de Nicea, Claudio Ptolomeo, Hipatia de Alejandría,
Nicolás Copérnico,
Tycho Brahe, Johannes Kepler, Galileo Galilei, Christiaan Huygens
o Edmund Halley han sido algunos de sus
cultivadores.
Es una de las pocas ciencias en
las que los aficionados
aún pueden desempeñar un papel activo, especialmente en el descubrimiento y
seguimiento de fenómenos como curvas de luz
de estrellas variables, descubrimiento de asteroides y cometas, etc.
SISTEMA SOLAR
El Sistema Solar es un sistema planetario en el que se encuentra
la Tierra. Consiste en un grupo de objetos astronómicos que giran en una
órbita, por efectos de la gravedad, alrededor de una única estrella conocida
como el Sol de la cual obtiene su nombre.1 Se formó hace unos 4600 millones de
años a partir del colapso de una nube molecular que lo creó. El material
residual originó un disco circumestelar protoplanetario en el que ocurrieron
los procesos físicos que llevaron a la formación de los planetas.2 Se ubica en
la actualidad en la Nube Interestelar Local que se halla en la Burbuja Local
del Brazo de Orión, de la galaxia espiral Vía Láctea, a unos 28 mil años luz
del centro de esta.3Concepción artística del Sistema Solar y las órbitas de sus
planetas. La mayor parte de su masa, aproximadamente el 99,85%, yace en el
Sol.4 5 6 De los numerosos objetos que giran alrededor de la estrella, gran
parte de la masa restante se concentra en ocho planetas cuyas órbitas son
prácticamente circulares y transitan dentro de un disco casi llano llamado
plano eclíptico.7 Los cuatro más cercanos, considerablemente más pequeños
Mercurio, Venus, Tierra y Marte, también conocidos como los planetas
terrestres, están compuestos principalmente por roca y metal.8 9 Mientras que
los planetas externos, gigantes gaseosos nombrados también como "planetas
jovianos", son sustancialmente más masivos que los terrestres. Los dos más
grandes, Júpiter y Saturno, están compuestos principalmente de helio e
hidrógeno; los gigantes helados, como también se suele llamar a Urano y Neptuno,
están formados mayoritariamente por agua congelada, amoniaco y
metano.10Concepción artística de un disco protoplanetario.El Sistema Solar es
también el hogar de varias regiones compuestas por objetos pequeños. El
Cinturón de asteroides, ubicado entre Marte y Júpiter, es similar a los
planetas terrestres ya que está constituido principalmente por roca y metal, en
este se encuentra el planeta enano Ceres. Más allá de la órbita de Neptuno está
el Cinturón de Kuiper y el Disco disperso, dos zonas vinculadas de objetos transneptúnicos
formados por agua, amoníaco y metano principalmente. En este lugar existen
cuatro planetas enanos Haumea, Makemake, Eris y Plutón, el cual hasta hace poco
fue considerado el noveno miembro del sistema solar. Este tipo de cuerpos
celestes ubicados más allá de la órbita de Neptuno son también llamados
plutoides, los cuales junto a Ceres, poseen el suficiente tamaño para que se
hayan redondeado por efectos de su gravedad, pero que se diferencian
principalmente de los planetas porque no han vaciado su órbita de cuerpos
vecinos.11 Adicionalmente a los miles de objetos pequeños de estas dos zonas,
algunas docenas de los cuales son candidatos a planetas enanos, existen otros
grupos como cometas, centauros y polvo cósmico que viajan libremente entre regiones.
Seis planetas y tres planetas enanos poseen satélites naturales. El viento
solar, un flujo de plasma del Sol, crea una burbuja de viento estelar en el
medio interestelar conocido como heliosfera, la que se extiende hasta el borde
del disco disperso. La Nube de Oort, de la cual se cree es la fuente de los
cometas de período largo, es el límite del sistema solar y su borde está
ubicado a un año luz desde el Sol.
Tiempo geológico
El tiempo geológico es el estudio de la
historia de la tierra, desde la formación de su corteza terrestre (unos 4600
millones de años atrás) hasta nuestra actualidad.
El tiempo geológico nos sirve, para situar dentro de un tiempo determinado, aparición o desaparición de especies, algún carácter nuevo de algún organismo, cambios en el clima así como los diversos factores que afectan a la tierra.
Debido a los descubrimientos y las dataciones más rigurosas de fósiles, las rocas y los restos arqueológicos, la división de la escala del tiempo geológico se ha ido tornando más compleja.
La división de la escala esta dada por una segmentación y subdivisión de forma jerárquica, de mayor a menor: en Eones, Eras, Periodos y Épocas. Estos poseen nombres de aplicación universal, asociados generalmente a los fósiles donde fueron encontrados los datos más significativos de la división.
El tiempo geológico nos sirve, para situar dentro de un tiempo determinado, aparición o desaparición de especies, algún carácter nuevo de algún organismo, cambios en el clima así como los diversos factores que afectan a la tierra.
Debido a los descubrimientos y las dataciones más rigurosas de fósiles, las rocas y los restos arqueológicos, la división de la escala del tiempo geológico se ha ido tornando más compleja.
La división de la escala esta dada por una segmentación y subdivisión de forma jerárquica, de mayor a menor: en Eones, Eras, Periodos y Épocas. Estos poseen nombres de aplicación universal, asociados generalmente a los fósiles donde fueron encontrados los datos más significativos de la división.
Eones: representan las mayores extensiones de
tiempo, equivalente a un tiempo de 1000 millones de años. Se distinguen 3
eones: Arcaico, Proterozoico, Fanerozoico. Pero además en la geocronología
anglosajona es adherido el Hadeico, por la evocación al hades infernal desde la
formación hasta el comienzo del arcaico.
Era: varía desde decenas hasta centenares millones de años. Tomando
importantes procesos geológicos y biológicos. En la escala hay 3 eras: Paleozoica (“vida antigua”), Mesozoica (“vida intermedia”) y Cenozoica (“vida reciente”).
Periodos: son una subdivisión de una era. Se
pueden subdividir en unidades más pequeñas denominadas épocas.”(Ej. Triásico.
Jurasico, Cretácico, que son correspondientes a la era mesozoica),
caracterizados por cambios menos profundos en comparación las eras.
Época: es una subdivisión de un periodo; como lo es el caso del periodo
terciario que posee las épocas de: Paleoceno, Eoceno, Oligoceno, Mioceno,
Plioceno.
ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
La corteza
Con el nombre de corteza se designa la zona de la Tierra sólida
situada en posición más superficial, en contacto directo con la atmósfera, la
hidrosfera y la biosfera. La corteza terrestre presenta dos variedades: corteza
oceánica y corteza continental.
La corteza oceánica
La corteza oceánica tiene un grosor aproximado de 10 km; no
obstante, esta cifra decrece notablemente en determinados puntos del planeta,
como en el rift valley, en el área central de las dorsales oceánicas,
donde alcanza un valor prácticamente equivalente a O. En dicha zona, el magma
procedente del manto aflora directamente. En la corteza oceánica se pueden
distinguir diversas capas. Los sedimentos que forman la primera tienen un
espesor situado entre 0 y 4 km; la velocidad media de propagación de las ondas
sísmicas alcanza los 2 km/s.
A continuación se localiza una franja de basaltos metamorfizados
que presentan entre 1,5 y 2 km de grosor; la velocidad de las ondas es en este
punto de 5 km/s. La tercera capa de la corteza oceánica, formada por gabros
metamorfizados, mide aproximadamente 5 km; en ella, la velocidad media queda
comprendida entre 6,7 y 7 km/s. Cabe mencionar una última parte, donde se
registra la máxima velocidad (8 km/s); está constituida por rocas ultra básicas
cuyo espesor ronda el medio kilómetro.
La corteza continental
Con un espesor medio de 35 km, la corteza continental incrementa
notablemente este valor por debajo de grandes formaciones montañosas, pudiendo
alcanzar hasta 60-70 km. Aparece dividida en dos zonas principales: superior e
inferior, diferenciadas por la superficie de discontinuidad de Conrad.
En este plano existe un brusco aumento de la velocidad de las ondas
sísmicas, que, no obstante, no se registra en todos sus puntos.
Consecuentemente, puede afirmarse que no hay una separación nítida entre ambas
capas. La corteza superior presenta una densidad media de 2,7 kg/dm3 y, en el
continente europeo, su espesor medio se sitúa en algo más de 810 km. Los
materiales que la constituyen son rocas sedimentarias dispuestas sobre rocas
volcánicas e intrusivas graníticas. La corteza inferior contiene rocas
metamorfizadas cuya composición es intermedia (entre granito y. diorita o
gabro); su densidad equivale a 3 kg/dm3.
El manto
En un nivel inmediatamente inferior se sitúa el manto terrestre,
que alcanza una profundidad de 1900 km. La discontinuidad de Mohorovicic,
además de marcar la separación entre la corteza y el manto terrestres, define
una alteración en la composición de las rocas; si en la corteza —especialmente
en la franja inferior— eran principalmente basálticas, ahora encontramos rocas
mucho más rígidas y densas, las peridotitas. Hay que hacer notar que la
discontinuidad de Mohorovicic se encuentra a diferente profundidad, dependiendo
de que se sitúe bajo corteza oceánica o continental. El manto se puede subdividir
en manto superior e inferior.
El manto superior se prolonga hasta los 650 o los 700 km de
profundidad. En este punto, la velocidad de las ondas sísmicas se incrementa,
al aumentar la densidad. A su vez, en el manto superior pueden diferenciarse
dos regiones; en la superficial, el incremento de velocidad es constante con
relación a la profundidad, mientras que en la inferior la velocidad decrece
súbitamente. Como resultado de la fusión que experimentan las peridotitas en
esta última capa, su rigidez disminuye con relación a la capa superior.
El grosor del manto inferior varía entre 650-700 km —bajo la
astenosfera— y 2.900 km —en la discontinuidad de Gutenberg, que marca la
separación entre el manto y el núcleo—. En la parte interna de esta capa, tanto
la densidad —que pasa de .4 kg/dm3 a 6 kg/dm3, aproximadamente— como la
velocidad aumentan de manera constante.
El núcleo
Los principales elementos constitutivos del núcleo terrestre son
dos metales: hierro y níquel. A partir del límite marcado por la discontinuidad
de Gutenberg, la densidad experimenta un súbito aumento, desde 6 a 10 kg/dm3,
aproximadamente. Por otra parte, la velocidad de las ondas sísmicas primarias
experimenta un rápido descenso —se pasa de 13 km/s a 8 km/s—, al tiempo que no
se registra propagación de ondas secundarias hasta profundidades de 5.080 km.
En este último punto, conocido como discontinuidad de Lehmann, la velocidad de
las ondas primarias vuelve a incrementarse, situándose en torno a los 14 km/s
en el centro del globo terrestre.
Existe un núcleo superior y un núcleo inferior; el primero, con
ausencia de ondas secundarias, aparece fundido, mientras que el segundo se
encuentra en estado sólido.
La temperatura en el núcleo es más
caliente que la superficie del Sol. Este intenso calor proveniente del núcleo
interno hace que el material existente en el núcleo externo y en el manto se
desplacen.
El movimiento de este material, en lo más profundo de la Tierra, podría
hacer que las grandes placas, copuestas por corteza y manto superior, se muevan lentamente sobre la superficie de la Tierra. También es posible que estos movimientos generen el campo
magnético de la Tierra, llamado magnetósfera.
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